¡Tras los pasos de los mitos y legendas de esta tierra!

La Tour Mélusine - Vouvant
Lac de Grand-Lieu
La Bohalle, village de bord de Loire - Anjou

No son leyendas lo que faltan a la región de Pays de la Loire. Ven a conocer los lugares que son el escenario de esas fábulas maravillosas, donde el mito y la realidad se entrelazan sorprendentemente para hacer soñar a pequeños y mayores…

Herbauges, la ciudad sumergida – Loire-Atlantique

El lago de Grand-Lieu, situado en el Pays de Retz, está envuelto en un aura de misterio. Dicen que este inmenso lago cubre los restos de una ciudad sumergida, llamada Herbauges. En el siglo VI, cuando reinaba la depravación, el Obispo de Nantes pidió a Saint Martin de Vertou que evangelizara a la población. Los habitantes se mantuvieron cerrados al cristianismo y la cólera divina no tardó en estallar. Dios conminó a Martin a abandonar la ciudad en una hora. Bajo un diluvio divino incipiente, el diácono escapó con Romain y su esposa, los dos únicos conversos con la premisa de que caminaran siempre hacia delante, con la cabeza gacha y sin mirar atrás. Pero la mujer no se pudo resistir y se detuvo. Apenas pudo ver Herbauges sumergida bajo las aguas que caían con furia del cielo y ya se había convertido en piedra. Cuentan que actualmente, cada 24 de diciembre las personas que con buen oído oyen a medianoche cómo repican las campanas de la ciudad desaparecida en el fondo del lago

El inquietante pasante de La Bohalle – Maine-et-Loire

Cerca de Angers, La Bohallen es un pueblecito tranquilo que crece a orillas del Loira. Fue fundada por Jean Bohalle, encargado en el siglo XV de recibir los diezmos del Rey René. Pero la leyenda cuenta que fue otro Jean, llamado Bouhalle, quien fundó el pueblo. Este personaje era un pasante del río Loira y era tan turbio como las aguas del río: robaba a los viajeros a los que cruzaba a la orilla opuesta. Un día de invierno, un rico mercante subió a su barca y a medio camino, el pasante empieza a robarle. El rico le entrega su bolsa y Jean empieza a vaciarla. Pero milagrosamente la bolsa se vuelve a llenar como por arte de magia en cuanto la vacían. El muy avaricioso llenó su barco de monedas hasta que el peso era excesivo y se hundió en el agua helada. Entonces, Jean imploró a Dios y le prometió hacer el bien si le salvava. El arrepentido fundó un hospicio y una capilla, y a su alrededor se agruparon las casas que formaron el primer pueblo de La Bohalle.

La silla del diablo – Mayenne

Al sur del municipio de Aron, junto a la carretera que une Mayenne y Jublains, se yergue una gran piedra de granito con una forma sorprendente. La llaman la Silla del Diablo porque cuentan que vino a sentarse para preparar su venganza después de que los habitantes del pueblo le hubieran engañado. Hace muchos años, los habitantes trabajaban en la construcción del camino sobre una zona de estanques, pero a cada intento las aguas destruían la carretera. El maligno les ofreció ayudarles a construir un puente, exigiendo a cambio que le fuera entregada la primera alma que lo cruzara. El pueVouvant nte se terminó, pero los habitantes no fueron capaces de sacrificar a una persona y decidieron que el primero en cruzarlo fuera un gato. Loco de rabia, el diablo se alejó hasta sentarse en la famosa roca. Los huecos en la piedra corresponden a las huellas que dejaron sus miembros crispados. En el fondo del asiento se observan incluso la marca de sus garras...

El castillo de Juillé y el Tesoro de los Templarios - Sarthe

No sorprende que arqueólogos e historiadores estén tan interesados por el castillo de Juillé, situado al Norte de Le Mans. Las ruinas del edificio esconden numerosos secretos, el más singular de ellos es el Tesoro de los Templarios, escondido en una cueva situada bajo la torre del monumento. Cuentan que se abría una pared con las doce campanadas de medianoche el día de Navidad para dejar entrever las riquezas, antes de volver a cerrarse rápidamente y dejar a su suerte a los visitantes demasiado curiosos. Hubert de Faudoas, un caballero encargado de vigilar el oro del Templo en el s. XIV, fue quien depositó el inestimable botín en la torre para protegerlo de la codicia de la realeza. Antes de ser enviado a la horca, el hombre confió la información a su descendencia, pero esta, deseosa de que las autoridades les olvidaran, decidieron abandonar la fortuna y vivir modestamente. Durante mucho tiempo, el secreto se transmitió de padres a hijos, hasta que en 1879 Paul Duvallin desveló el secreto que, según decía, le había contado su abuelo. Pero, entre tanto, el castillo había sido demolido en el siglo XVI por orden de Enrique IV y solo quedaba el famoso torreón, que sigue en pie actualmente…

Una torre construida por el hada Mélusine – Vendée

En el pueblo fortificado de se yergue una imponente torre de 45 m de altura. Es el último vestigio del castillo de los Lusignan que se erguía aquí en el siglo XIII. Cuentan que fue edificado en una sola noche por el hada Melusina. Esta constructora inagotable está detrás de un buen número de construcciones en el Oeste de Francia: castillos, monasterios y fortalezas. Cuentan que esta mujer con cola de serpiente actuaba durante la noche a cubierto de las miradas y que era capaz de transportar cantidad de materiales para sus construcciones. Si, por desgracia, alguien la sorprendía, las represalias eran terribles. Esa fue la razón de que Vouvant fuera condenada a hundirse cada año una piedra y por ello actualmente no quedan restos de las fortificaciones erigidas alrededor de la ciudad. La Torre Melusina es el vestigio más completo y puede visitarse. Los turistas pueden alquilar las llaves para descubrir sus dos salas abovedadas. Desde arriba, hay unas vistas excepcionales al bocage vendéen y al bosque de Mervent-Vouvant donde, según cuentan algunos, aún vive el hada…