Sorpréndete en el Spaycific’Zoo

Animales que no se ven en otros lugares

¿Has visto alguna vez un tatu peludo? ¿Una tortuga de caparazón blando? ¿Y hormigas de América del Sur capaces de cultivar setas?

Esta especie de arca de Noé de animales raros se llama Spaycific’Zoo y cuenta con unas 170 especies raras. El director del zoo, Emmanuel Le Monnier cuenta que “también pueden observarse iguanas azules, puercoespines de Filipinas, dingos de Australia, pósums de cola de cepillo y hasta el gato de Geoffroy, que parece un tigre a tamaño reducido”.

Acercarse a las distintas especies del Spaycific’Zoo

En este recinto de seis hectáreas, los visitantes se acercan mucho a los animales siempre que es posible. Por ejemplo, se puede entrar en la pajarera africana de 2.500 m2 para observar al inmenso pelícano blanco o en la pajarera de Tejedores y Periquitos, para darles de comer de la mano. Algunos visitantes con más suerte pueden entrar en el recinto de los gibones, los lémures o los wallabíes para darles de comer. “Además a los niños se les invita a introducirse por un terrario y sacar la cabeza a través de una bola de plexiglás en medio del hábitat de las mangostas enanas y, a los más atrevidos, hasta vivir momentos escalofriantes en el túnel oscuro de los murciélagos”.

Juegos y actividades por el recorrido

Entre un animal y otro, las familias aprovechan para jugar con las actividades de descubrimiento que van surgiendo en el parque y ven a los animadores interactuar con el público. Los juegos de todo tipo situados a lo largo del recorrido permiten compararse con animales calzando palmas o zancos, participar en adivinanzas o pescar con caña. Eso sin contar con los espectáculos de marionetas. En este oasis de naturaleza podrás pasar entre medio día o un día entero.

Descubre Spaycific'zoo

Zoodéfis, un complejo lúdico indoor

Zoodéfis abierto en 2016 es un espacio cubierto de 800 m2 pensado para adultos y adolescentes para que participen en unas 10 pruebas en equipos durante 1h30 o 2 horas. Los participantes se lanzan por ejemplo a un recorrido murciélago y, guiándose por el oído, intentan reconocer los gritos de los animales o se esfuerzan en controlar sus fobias en el espacio Zoophobia, un juego de pistas en un circuito sembrado de emboscadas… ¡Perfecto para los días de lluvia!

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