Mayenne en familia: pequeños placeres y grandes recuerdos
Entre pueblos encantadores y tradiciones vivas, la Mayenne le espera para una auténtica aventura en familia. Cuatro días para descubrir los secretos de una tierra donde artesanos apasionados, productores locales y castillos medievales crean un retablo viviente. Bienvenido a un viaje en el que grandes y pequeños podrán explorar juntos, jugar en familia y saborear los tesoros de una tierra generosa.
Te encantará
Disfrute de un picnic en la rosaleda de Lassay-les-Châteaux
Enamórese de las creaciones artesanales de Fontaine-Daniel
Siga los pasos de Paulette o Gabin con una serie de juegos de ruta por la ciudad
Deguste un zumo de manzana local mientras observa pastar a las ovejas
Día 1 : chapotear, remar y relajarse en el lago de Haute Mayenne
Su aventura comienza en el lago de la Haute Mayenne, en el centro de ocio May'N Loisirs de La Haie Traversaine. Aquí, el agua se convierte en un parque infantil. En el recorrido acuático hinchable, los niños pueden saltar, deslizarse y desafiar su equilibrio a grandes carcajadas. Mientras los más pequeños exploran las zonas de juego, usted y toda la familia pueden lanzarse al agua en las barcas Mississippi o probar suerte en el remo gigante.
El agua del lago brilla bajo el sol, la playa invita a darse un chapuzón y las pistas de voleibol y petanca reúnen a las tribus en improvisados torneos. El snack bar de la terraza se convierte en su cuartel general para un refrescante descanso con vistas al agua.
Por la tarde, diríjase al Domaine d'Elaura, su campamento base para las tres noches siguientes. Este remanso de paz en plena naturaleza ofrece mucho espacio para que cada uno encuentre su ritmo. Los niños podrán jugar sin peligro en el jardín de 1.500 m², mientras usted redescubre el mundo en la terraza orientada al sur. En la dependencia contigua, la zona de juegos ya promete las veladas que se avecinan: sala de juegos, karaoke e incluso una zona de baile para los más motivados.
Día 2 : Fontaine-Daniel, un pueblo de arte y alma
A pocos minutos de la finca, Fontaine-Daniel parece sacada de un cuento de hadas, con sus antiguas casas de piedra, su lago y sus bosques. La primera parada en la pequeña plaza es la épicerie coopérative, un lugar acogedor donde comprar, charlar y degustar. Más adelante, la crêperie Le Petit Monde le hará la boca agua con sus galettes gourmet. Al salir del pueblo, el paseo alrededor del estanque le llevará a la capilla de Saint-Michel y a los huertos.
Pero el tesoro del día es la sala de exposiciones Toiles de Mayenne. Aquí, el tejido es el rey: rayas elegantes, colores intensos, materiales nobles... La historia de un pueblo de tejedores se lee en el tejido. Para una pausa intemporal, vaya al monasterio de Bois Salair. Aquí, las monjas elaboran tisanas y cosméticos inspirados en la naturaleza y el silencio (tienda abierta viernes y sábados).
Día 3 : Lassay-les-Châteaux, cuando la historia se convierte en juego
Esto es Lassay-les-Châteaux, una Petite Cité de Caractère que ha convertido la historia en un patio de recreo familiar. "Un día con Paulette" os convierte en detectives del pasado: equipados con vuestro smartphone y la aplicación Wivisit, seguiréis los pasos de esta lavandera de los años 50 por calles empedradas, jardines secretos y lavaderos llenos de flores. A los niños les encantará resolver los acertijos a lo largo de la ruta de 2,3 kilómetros.
En la curva de la carretera, se alza intacto y majestuoso el castillo de Lassay, con sus ocho torres unidas por murallas. Esta fortaleza del siglo XV, aún habitada, le abre sus puertas para que se sumerja en la Edad Media. Un momento mágico está garantizado cuando usted mismo accione el puente levadizo ante los ojos asombrados de su tribu.
Cuando el sol está en su cenit, no hay nada como un picnic improvisado en la rosaleda cercana al convento benedictino. Para los que prefieran una cena más formal, La Ruette ofrece tartas caseras.
Entre las murallas del castillo y las callejuelas adornadas con flores, la jornada se enriquece con descubrimientos como el taller de Alain Legros, donde la madera cobra vida bajo sus manos expertas, la tienda Sous nos mains, con creaciones de artesanos mayenses, y la oficina de turismo, con su decoración retro y sus productos locales seleccionados en un radio de 30 kilómetros.
La aventura continúa en el Musée du Cidre del Domaine de la Duretière, donde Aurore y Josselin Le Royer comparten su pasión por la sidra y el calvados. La degustación final (¡zumo de manzana para los niños!) en esta zona de denominación de origen controlada Domfrontais sella esta inmersión en las tradiciones locales.
Día 4 : Mayenne, tras los pasos de Gabin el marino
El río que dio nombre al departamento serpentea perezosamente a los pies de la ciudad de Mayenne. En sus calles, "Le Voyage de Gabin" convierte la exploración urbana en una búsqueda apasionante. Aquí usted se pone en la piel de un marinero del pasado. Esta búsqueda del tesoro de 2 kilómetros desvela la ciudad en una serie de acertijos para toda la familia.
En lo alto de la colina, el castillo de Mayenne revela un tesoro inesperado: bajo sus murallas medievales se esconde el palacio carolingio mejor conservado de Europa. En las frescas salas, las milenarias piezas de ajedrez y tric-trac fascinan a grandes y pequeños, testigos mudos de una época en la que estrategia y diversión ya estaban entrelazadas.
A continuación llega el plato fuerte del último día: la granja Pat'à Foin. Esta granja educativa no se parece a ninguna otra, ya que sólo acoge animales rescatados. El equipo le contará la conmovedora historia de cada animal mientras los niños abrazan a los supervivientes que han encontrado aquí una segunda vida.
Para saborear sus últimos momentos en Mayenne, hay varios ambientes que le tentarán: L'Éveil des sens y su cocina con estrella Michelin elaborada con productos locales, L'Escale para una brasserie familiar a precios razonables, o L'Octroi con su bufé de entrantes y platos preparados con productos frescos a mediodía. El Garden's Pub ofrece una relajante terraza en pleno centro de la ciudad, con 35 cervezas y cócteles diferentes. Y para un picnic junto al agua, diríjase a La Cale, con especialidades locales recogidas en la oficina de turismo.