Lactopôle: un insólito museo sobre la leche

Lactopôle: un insólito museo sobre la leche - Visitas imprescindibles Laval

Le Lactopôle, la cité du lait - Laval
Le Lactopôle, la cité du lait - Laval
Le Lactopôle, la cité du lait - Laval
Le Lactopôle, la cité du lait - Laval

Ven a aprender cómo se hace un queso camembert, entra en una lechería del siglo pasado reconstruida a tamaño natural y disfruta de objetos de colección que te sorprenderán.
¡Lactopôle y sus 5.000 m2 no es un museo cualquiera!

En una lechería de los años 50

Cargada con lecheras metálicas, la camioneta Citroen de los años 30 te da la bienvenida. Más adelante verás un antiguo camión frigorífico... ¡Bienvenido al pasado! Bienvenido a esta lechería de 1948 reconstruida a tamaño natural, en el lugar preciso donde nació la empresa de productos lácteos Lactalis, creadora del museo Lactopôle.

Junto al muelle de carga, el público descubre la zona de tratamiento de la leche y sus equipamientos antiguos para la elaboración de la mantequilla. Después, se suceden las salas de preparación del camembert, sus moldes, sus bodegas de afinamiento, la sala de embalaje...

La historia de la leche contada a través de objetos de coleccionista

El viaje a través del tiempo continúa. Tras unas escaleras, el visitante descubrirá otro universo. Decoradas con una magnífica escenografía, las salas inundadas de una suave luz azul muestran la evolución de la industria lechera a lo largo del siglo XX. Las estanterías y zonas de exposición van desplegando un sinfín de reliquias sorprendentes como una carreta tirada por perros, una impresionante colección de botellas de cristal, descremadoras, prensas y moldes de queso.

Y para terminar la visita: una degustación de quesos

En la planta superior conocerás la extraordinaria epopeya de Lactalis, una empresa familiar que en 1933 producía 17 quesos camembert al día y que ahora es una multinacional implantada en los cinco continentes. Merecen especial mención las sorprendentes colecciones de embalajes, las etiquetas de los quesos y los carteles publicitarios vintage.

Y para terminar esta visita gastronómica, nada menos que una bien merecida degustación de quesos que se realiza en la sala de exposiciones temporales, donde te esperan agradables sorpresas.

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